¿CÓMO DE IMPORTANTE ES PARA TI LA EDUCACIÓN? ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI EL TÉRMINO EDUCACIÓN?
Yo, a estas alturas y cada vez con
mayor fuerza, comienzo a entender lo importante del término educación. Al
hablar de educación, a cada uno se nos viene a la cabeza multitud de
significados, pensamientos, experiencias… Nos preguntan ¿qué entiendes por
educación? y pensamos en la escuela, la
familia, nuestro círculo social… pero muchos ignoramos a todas esas personas,
grandes pedagogos, que consagraron su vida a la creación de nuevas pedagogías
pensando en que un mundo mejor era posible. Hasta hace poco apenas había oído
hablar de Freire, Montessori, Fromm, Dewey, A.S. Neill… y aunque tal
como dijo Freire “Nadie ignora todo, nadie sabe todo”, lo que yo sé sobre este
tema y lo que puedo contaros es apenas una diminuta mota de arena en un gran
desierto pero para mí ha supuesto comenzar a conocer los pensamientos y
trabajos de todas aquellas personas que quisieron construir un mundo mejor,
desde la libertad y el respeto a la vida y a las diferencias personales.
No hace mucho comencé mis estudios
de magisterio, donde enseñan, entre otras cosas, los diferentes tipos de
pedagogías que se siguen en la actualidad. Todos pensamos que la educación de las
personas es muy importante, tanto que en España existe la escolarización básica
obligatoria desde los 6 a los 16 años. Esto es, las personas pasarán un mínimo
de 10 años en manos de otras personas que van a implantarles ideas, actitudes,
experiencias y, en definitiva, moldear su mente. Pero lo más importante es que
no pasan 10 años cualesquiera, sino los
10 años que deberían ser de los más felices de sus vidas: sus años de infancia.
La felicidad debería ser nuestra
única y mayor preocupación pero, sin embargo nos empeñamos no solo en cargar
lastres para no conseguir una felicidad plena, sino en que nuestros niños
carguen con esos mismos lastres sin haberlo decidido. ¿Quién no ha visto a
algún padre regañar a sus niños por jugar en el suelo y ensuciarse? ¿Y
responder con falsedades a preguntas de los niños porque la verdad les resulta
incómoda? ¿Y obligarles a terminar una comida o imponerles cosas contra su
voluntad?
Con esto no quiero decir que un
niño deba hacer todo lo que le dé la gana puesto que “Libertad no significa libertinaje” como decía A.S. Neill en
Summerhill. Lo que quiero decir es que la educación de un niño debe basarse en
la libertad, la democracia real y el amor y que sus frutos sean personas “saludables y libres cuyas vidas no están
amargadas por el miedo y el odio”
(Neill).
Fuente de la foto: http://www.educacionprohibida.com/
Así pues, la escuela debería ser un
lugar feliz para los niños, donde puedan desarrollarse no solo intelectualmente
sino como individuos únicos con formas propias de entender la realidad.
¡Y HASTA AQUÍ LA TEORÍA, AHORA VIENE LA PRÁCTICA!
El otro día en clase, asistí a una
lección sobre el camino tan largo que nos queda por recorrer. Un profesor nos
preguntó a nosotros futuros docentes:
Profesor: ¿para qué sirve el currículo del Decreto
de enseñanzas mínimas?
Alumno: para fijar los objetivos y contenidos que un
niño debe aprender en educación primaria.
P: ¿y para qué sirven los contenidos? ¿Creéis que
están bien esos contenidos o deberían ser otros? ¿Por qué los contenidos son
los que son?
A: creo que está bien que los contenidos sean los
mismos para todos. Los contenidos son los que son para que todos los niños
tengan los mismos conocimientos y que son los que necesitan para cuando lleguen
a secundaria....
P: entonces ¿Qué creéis de los decretos de
enseñanzas mínimas y del currículo?
A: que es necesario para tener un orden a la hora de
educar en los centros. El profesor necesita saber qué tiene que enseñar a los
niños para que todos alcancen el conocimiento necesario para desarrollarse
intelectualmente…
… y así siguió esta conversación. Y yo me pregunto
(y tomo prestada una frase de Summerhill para ello) si todos los adultos no saben lo mismo ¿Por qué todos los niños deben
saber lo mismo? Yo estudié muchísimas cosas “realmente necesarias” en el
colegio y en el instituto que hoy no recuerdo… y no he tenido problemas por
ello. Entonces ¿por qué tuve que estudiar esas cosas?
Incluso
hoy en día hay muchos adultos que siguen empeñados en hacer las cosas de
determinada forma porque así deben hacerse y no porque es lo que desean y lo
que les da la felicidad. En este punto quiero transcribir una anécdota que aunque está extraída del libro “En defensa
del decrecimiento” de Carlos Taibo, no es la primera vez que leo esta u otra
anécdota similar.
“En un pequeño pueblo de la costa mexicana un norteamericano
se acerca a un pescador que está a punto de echar su siesta y le pregunta:
‘¿Por qué no dedica usted más tiempo a pescar en el mar?’ El mexicano responde
que su trabajo cotidiano le permite atender de manera suficiente a las
necesidades de su familia. El norteamericano pregunta entonces: ‘¿Qué hace usted
el resto del tiempo?’ ‘Me levanto tarde, pesco un poco, juego con mis hijos,
echo la siesta con mi mujer, por la tarde quedo con mis amigos. Bebemos vino y
tocamos la guitarra. Tengo una vida plena’. El norteamericano lo interrumpe:
‘Siga mi consejo: dedique más tiempo a la pesca. Con los beneficios que
obtenga, podrá comprar un barco más grande y abrir su propia factoría. Se
trasladará a la Ciudad de México, y luego a Nueva York, desde donde dirigirá
sus negocios’.’¿Y después?’ pregunta el mexicano. ‘Después su empresa cotizará
en bolsa y usted ganará mucho dinero’. ‘¿Y después?’, replica el pescador.
‘Después podrá jubilarse, vivir en un pequeño pueblo de la costa, levantarse
tarde, estar con sus hijos, pescar un poco, echar la siesta con su mujer y pasar
la tarde con los amigos, bebiendo vino y tocando la guitarra”
Aunque
esta anécdota no habla sobre educación, sí nos muestra que son muchas las
formas que tenemos de entender nuestro mundo y todas son válidas, siempre que
exista respeto hacia las decisiones de los demás y que estas sean tomadas desde
la libertad individual. Por eso es tan importante que la educación sea entendida como un acto de amor y libertad
hacia las personas. Son muchos los pedagogos que, en su día, así lo entendieron
y que lucharon, aún a riesgo de perder su propia vida, por una escuela diferente,
una escuela democrática, basada en una pedagogía activa, en el respecto a la
naturaleza y espontaneidad del niño, bajo la concepción de una educación
integral de la persona, entre otros principios educativos.
Grandes pedagogos como Tolstói,
Rousseau, Gaspard Itard, Montessori, Giner de los Ríos, Decroly, Ferrer i Guardia,
A.S. Neill, Freinet y Freire, entre otros, entendieron que era posible
valerse de la educación para crear un mundo mejor. Para ellos la educación,
siempre libre y democrática, se dirige a la vida para hacer la vida mejor. Creo
que todas aquellas personas que, como yo, nos estamos preparando para ser
futuros docentes, debemos ser muy conscientes del legado que tenemos entre
manos y usarlo de la mejor manera posible. Son muchos los que a pesar de ser
incomprendidos, exiliados, repudiados e incluso asesinados, lucharon por dejar
su huella en la educación.
Y
hoy, nosotros, debemos luchar porque sus huellas permanezcan y no las borre el paso
del tiempo.
“La democracia y la
educación democrática se fundan en la creencia del hombre, en la creencia de
que ellas no solo pueden sino que deben discutir sus problemas, el problema de
su país, de su continente, del mundo; los problemas de su trabajo; los
problemas de la propia democracia.” (P. Freire)
Las citas han sido extraídas de:
-
Freire, P. (2007)La educación como
práctica de la libertad (12.ª ed.). Madrid: S XXI.
-
Neill, A.S. Summerhill.
-
Taibo, C. (2009) En defensa del
decrecimiento. Madrid: Catarata.
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