Los integrantes de este grupo, entre los que se encontraban Eugenio Montero
Ríos, Nicolás Salmerón, Gumersindo de Azcárate, Segismundo Moret y otros, fueron
retirados de sus cátedras por mostrarse disconformes con las medidas contrarias
a la libertad de cátedra adoptadas por Manuel Orovio, ministro de Fomento.
La Institución llevó a cabo una importante tarea de renovación cultural y pedagógica sin precedentes en los siglos XIX y XX en España. En sus estatutos se declaraba ajena a todo interés religioso, ideología o partido político, proclamando el derecho a la libertad de cátedra, la inviolabilidad de la ciencia y el respeto a la conciencia individual.
Giner de los Ríos y, a su muerte en 1915, Manuel Bartolomé Cossío, orientaron la Institución Libre de Enseñanza hacia la forja de un hombre nuevo e íntegro, abierto a todos los ámbitos del saber, mediante una educación moderna encargada de formar minorías, intelectualmente despiertas, capaces de elevar el nivel sociocultural del país.
En su ideario pedagógico, la Institución Libre de Enseñanza apostó por una escuela neutra, tolerante y abierta a la realidad exterior.
La Institución llevó a cabo una importante tarea de renovación cultural y pedagógica sin precedentes en los siglos XIX y XX en España. En sus estatutos se declaraba ajena a todo interés religioso, ideología o partido político, proclamando el derecho a la libertad de cátedra, la inviolabilidad de la ciencia y el respeto a la conciencia individual.
Giner de los Ríos y, a su muerte en 1915, Manuel Bartolomé Cossío, orientaron la Institución Libre de Enseñanza hacia la forja de un hombre nuevo e íntegro, abierto a todos los ámbitos del saber, mediante una educación moderna encargada de formar minorías, intelectualmente despiertas, capaces de elevar el nivel sociocultural del país.
En su ideario pedagógico, la Institución Libre de Enseñanza apostó por una escuela neutra, tolerante y abierta a la realidad exterior.
Un centro sin
separación entre primaria y secundaria, con enseñanza cíclica y en régimen de
coeducación, donde la actividad personal y la experiencia creativa del alumno,
utilizando diversas fuentes de aprendizaje, constituía el eje del trabajo
escolar.
"Era don Francisco Giner un hombre incapaz de mentir e incapaz de callar la verdad; pero su espíritu fino, delicado, no podía adoptar la forma tosca y violenta de la franqueza catalana, derivaba necesariamente hacia la ironía, una ironía desconcertante y cáustica, con la cual no pretendía nunca herir o denigrar a su prójimo, sino mejorarle. Como todos los grandes andaluces, era don Francisco la viva antítesis del andaluz de pandereta, del andaluz mueble, jactancioso, hiperbolizante y amigo de lo que brilla y de lo que truena. Carecía de vanidades, pero no de orgullo; convencido de ser, desdeñaba el aparentar. Era sencillo, austero hasta la santidad, amigo de las proporciones justas y de las medidas cabales. Era un místico, pero no contemplativo ni extático, sino laborioso y activo. Tenía el alma fundadora de Teresa de Ávila y de Iñigo de Loyola; pero él se adueñaba de los espíritus por la libertad y por el amor. Toda la España viva, joven y fecunda acabó por agruparse en torno al imán invisible de aquél alma tan fuerte y tan pura".
EL BILE.
Testimonio de este vigor innovador es el
elenco de colaboradores del Boletín
de la Institución Libre de Enseñanza (BILE), en
el que aparecen figuras de dimensión internacional, como:
Bertrand Russell, Henri Bergson, Charles Darwin, John Dewey,
Santiago
Ramón y Cajal,
Miguel de Unamuno, María Montessori, León
Tolstoi
¿Les parece sorprendente? Pues lean estos que viene a continuación.
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