"Nadie ignora todo. Nadie sabe todo." (P. Freire)

domingo, 13 de abril de 2014

ADRENTRÁNDONOS EN SUMMERHILL...








A.S.  NEILL Y SU ESCUELA SUMMERHILL
Alexander Sutherland Neill, nació en 1883 en la localidad escocesa de Fofart. Creció en un ambiente familiar conservador con una educación religiosa, estricta y puritana. Era hijo de un maestro de escuela, profesión que Neill ejerció durante un tiempo después de graduarse en la Universidad de Edimburgo, obteniendo su título en 1912.
En 1917, visita la escuela de Homer Lane, donde se dedicó a reeducar a jóvenes delincuentes, partiendo de la idea de que eran delincuentes por falta de libertad.
En 1919, trabaja como profesor en la escuela “King Alfred School” (Londres), institución que pertenecía al movimiento de
Escuela Nueva
, influenciado por el pensamiento de Homer Lane. Neill abandonó la escuela. Dichas ideas fueron muy criticadas por los demás profesores por su carácter revolucionario.
Debido a su gran descontento con la pedagogía propia de la escuela convencional, funda su propia escuela en 1921, Summerhill. En 1927, Neill traslada su escuela a Leiston, en el nordeste de Gran Bretaña.
Neill, muere en 1973. A pesar de su muerte, Summerhill, siguió funcionando como internado, dirigido por Ena, su mujer y, más tarde por Zoë, su hija.
Actualmente, es la “escuela libre” más antigua del mundo que sigue en funcionamiento.

ESCUELA: SUMMERHILL

El objetivo de la escuela es hacer niños felices porque el fin de la educación y de la vida para el autor es la felicidad. De ahí, la importancia de que el niño desarrolle todas sus capacidades psíquicas y físicas, con lo que podrá gozar mucho mas de la vida y encontrarla más interesante. Para conseguirlo, la escuela está centrada en el niño, acomodándose totalmente a sus necesidades. Neill, consideraba que Summerhill era “una forma de vida” y no una preparación para una fase posterior de la existencia.

Summerhill, consta de un edificio principal, en la que Neill instaló su escuela en 1927. La planta baja alberga una gran sala de recepción, la biblioteca, el comedor,  la sala de profesores, una sala de máquinas etc. El primer piso, es un espacio reservado para las habitaciones, en las que se alojan los alumnos internos menores de doce años. Posteriormente, se amplió el edificio, construyendo unos bungalows en los que se alojan los residentes mayores de doce años.

Una de las clases es para que la usen exclusivamente los niños más pequeños a cuyo cargo hay un tutor. Las demás clases son para niños de entre doce y  dieciséis años, donde se imparten actividades expresivas como (trabajos manuales, lecturas, teatro, música…) y diferentes materias (inglés, carpintería, cerámica, ciencias…).


Una de las características de la escuela, es la no obligatoriedad de los alumnos de asistir a clase. Estos pueden decidir su asistencia a clase, siempre y cuando estén localizados, ya que se considera que son responsables de elegir su futuro y no sus padres los que tomen decisiones por ellos. Tampoco hay notas, ni ningún tipo de calificación. También son los propios alumnos los que deben elegir las asignaturas que desean cursar y el horario que mejor se adapte a sus necesidades y capacidades.

Por otro lado, el margen de libertad que tienen los alumnos es muy grande pero no absoluto, ya que el departamento de educación impone que se incluyan unas materias mínimas obligatorias, algo que Neill, nunca hubiese aceptado, ya que consideraba que la asignatura más importante era la de aprender a vivir, algo que las asignaturas escolares, a menudo se olvidan de enseñar.

Summerhill es una comunidad democrática. Esto se ve reflejado en la actividad más importante del centro, la Asamblea General, práctica que Neill conoció a través de un amigo psicoanalista, Homer Lane, la cual, introdujo en su escuela, ya que según palabras él posee un valor educativo superior a una semana de currículo escolar”
Esta Asamblea, tiene el poder de dictar leyes, hacerlas cumplir y castigar a quienes no las respeten, mediante un tribunal. En ella, tanto pequeños como mayores, intervienen con igual peso, iguales derechos e igual voto. Aquí, las únicas reglas válidas, son las aprobadas por la asamblea.

En cada reunión, hay un presidente y un secretario, escogidos entre los alumnos. El presidente, cambia cada semana y es nombrado en el transcurso de esta por el presidente anterior; su función es mantener el orden, pudiendo castigar o expulsar a quien estorbe y conceder la palabra a las personas que alzan la mano.

Hoy en día y fruto de las asambleas generales, existe una “Constitución” vigente que regula, entre otros temas, los horarios de dormir, los horarios de salidas o el consumo de alcohol y tabaco.

Los contenidos que se discuten, están directamente relacionados con lo que ocurre fuera de las clases. Las cuestiones a discutir, están vinculadas con actividades sociales, con las relaciones entre los alumnos, con las relaciones entre los alumnos y los profesores y, con las relaciones entre los propios profesores.

La asistencia tampoco es obligatoria, sin embargo; el índice de participación, es muy elevado.

Uno de los aspectos que ha ocasionado mayores tensiones a lo largo de su historia, es el hecho de compaginar la libertad (elemento principal de la filosofía educativa), con la eficacia académica.

En marzo de 2000, el gobierno de T. Blair y Summerhill, llegaron a un acuerdo ante los tribunales y se reconoció la libertad de los estudiantes para asistir o no a las clases y que los niveles de asistencia, no pueden constituir la única base para evaluar la “eficacia de la instrucción y de la educación”. Una de sus frases más significativas en cuanto al concepto de eficiencia defendido por las autoridades educativas, fue: “Prefiero que una escuela produzca un barrendero feliz antes que un sabio neurótico”.

CONCLUSIÓN

Neill rechazó el aprendizaje formal, para ello creó la escuela Summerhill, un ejemplo extremo de reformismo pedagógico y un referente del paradigma de la educación antiautoritaria.

Principalmente Summerhill y el movimiento Freinet, vivieron un esplendor insólito, convirtiéndose en iconos de la nueva generación de pedagogos.

Y ahora, NOS PREGUNTAMOS…..

¿Es mejor educar exiliado en una escuela como Summerhill o educar afanosamente en una escuela convencional? Esta alternativa, real o no, pasa por la cabeza de mucha gente ante el estudio de las más pintorescas especulaciones pedagógicas dadas desde Rousseau.

La alternativa mencionada apunta tal vez a la elección entre una hipotética refundación rousseauniana de la sociedad o soportar la tensión y los conflictos de la sociedad, el peso de lo real. Para resolver este dilema hay que precisar antes si dicha opción existe de verdad.

 Es decir, resulta una ingenua pretensión de emanciparse excluyéndose a fuerza de voluntad de aquello que lo constituye a uno.

Summerhill juega con una educación que es como un contagio afectivo y corporal de un mundo con otro entramado.

Summerhill es, primero, un nuevo orden social y después una escuela, es decir, Neill no pretende un cambio estructural desde la voluntad o el cambio interiorista. Él sabe que primero va la fundación de un nuevo mundo y después la educación. O ambos en estrecha correlación. Pero de todos modos, la pretensión adolece de cierta desmesura idealista. Sospechamos además que el aislamiento de Summerhill es sólo aparente y que el mundo exterior se cuela dentro de muchas maneras. Summerhill se encuentra inserta en una estructura mayor en cuya interacción debemos explicar la pintoresca escuela. ¿Estamos, en su pretensión de refundar un mundo aparte, de todos modos, una vez más, ante la hybris pedagógica?


Desde luego, el movimiento de exilio que emprendiera Neill es producto de una modernidad que creyó posible fundar la sociedad desde la razón (contractualismo) como alternativa al mundo feudal de la plebe y la sangre azul. No había más remedio que empezar de cero y erigir la sociedad a partir de un supuesto fundamento racional.


BIBLIOGRAFÍA

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