|
Cartel de Vicente Larrea para la cinta: Ya no basta con rezar, dirigida por Aldo Francia, Chile, 197
a. |
No me interesaría la Teología de la Liberación si no fuera por
tres razones:
Primera, porque hubo muchísima gente que, sin informarse,
desconfiaron de ella y la condenaron siguiendo el dictamen de la
jerarquía eclesiástica.
Segunda, porque esa gente no llegó a conocer la
novedad de la Teología de la Liberación y lo que supuso de represión y
sufrimiento para muchos teólogos.
Y tercera, porque sin ella se privó
a la Iglesia de un nuevo modo de anunciar el Evangelio, que le hizo
perder credibilidad y la distanció aún más del mundo moderno.
La Teología de la Liberación es un movimiento que anuncia la
necesidad de la participación cristiana en los procesos sociales de
liberación de las clases bajas oprimidas económicamente y políticamente.
Incluso recomiendan el conflicto armado, como necesario, si todos los
medios pacíficos fracasan"
Nunca en la historia de la Iglesia se suscitó tanta preocupación sobre
un tema que, a primera vista, parecía irrelevante. Algo inesperado
saltó a la sociedad con la Teología de la Liberación, pues puso en
alarma a los centros más sensibles del Poder civil y religioso.
Fundador.
Al sacerdote peruano, Gustavo Gutierrez, se le considera el padre de la
Teología de la Liberación. En la manera típica de los teólogos del
movimiento, él nota la alianza tradicional de la Iglesia Católica con
las clases ricas gobernantes. El denuncia eso como la “Mentalidad de la
Cristiandad”, causada según él, por percibir la realidad como dos planes
separados de existencial:
Lo espiritual arriba, y lo material aquí
abajo.
Esto, dice Gutierrez, ha provocado una cierta separación de las
preocupaciones del mundo presente en favor del cielo después de la
muerte. Estos dos factores principales, la ligadura con las clases
altas, más una mentalidad malsana es la base de la opresión y de la
pobreza en América Latina. Los teólogos de la liberación rechazan este
dualismo teológico e insisten en que las dos dimensiones, tanto la
espiritual como la terrenal, son inseparables. (1)
Por que no hay que olvidar, ideología políticas a parte que;
"Más allá de una situación
socioeconómica concreta, la pobreza es una destrucción de la dignidad humana,
un envilecimiento de la persona que se ve arruinada en sus diferentes facetas. Esto
se comprende más fácilmente cuando se teoriza desde el Tercer Mundo, donde
salta a la vista lo horrible y anticristiano de una pobreza cuyas causas muchas
veces podrían evitarse." (2)
Acerquémonos a ella.
La Teología de la Liberación no buscaba sino aplicar a nuestro tiempo lo
que Jesús hizo en el suyo: denunciar la opresión que, en nombre del
emperador y de Dios, se sigue ejerciendo sobre las personas y los
pueblos.
Era, así, la Teología de la Liberación una teología nueva, que
reivindicaba la dignidad y derechos de toda persona, sacudía la alianza
de la religión con el poder dominante, devolvía dignidad y esperanza a
los despreciados y excluidos, soliviantaba a quienes veían en ella una
amenaza para su seguridad e intereses y todo ello porque bebía de la
fuente del Evangelio.
Comenzando por el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez (iniciador y llamado
“padre” de la teología de la liberación) han sido luego centenares los
teólogos que la cultivaron y defendieron y aun millones los cristianos
(políticos, sindicalistas, maestros, catequistas, sacerdotes, religiosos
y religiosas, etc.) que la generaron y recibieron de ella luz fuerza
para su caminar comprometido.
Lamentablemente surgieron pronto las alarmas que
la señalaban como heterodoxa y
reclamaban para ella controles y sanciones. Había grupos eclesiales
donde
mencionar la Teología de la Liberación era tabú.
¿Los teólogos de la liberación son como los masones dentro de la Iglesia? se oía por radios y televisiones de medio mundo. Y los prejuicios y la hostilidad se hicieron irreversibles después que el mismo cardenal Ratzinger, futuro Benedicto XVI Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe,
expresara que
los grandes males de la Iglesia actual se deben sobre todo al pos concilio,
pero también al Concilio mismo.
Y, refiriéndose a la Teología de la
liberación, sentenció ver en ella “un error sobre un núcleo de verdad”.
Se entenderá fácilmente que, a partir de esta posición oficial,
fueran creciendo las falsedades sobre la Teología de la Liberación y
sus teólogos:
– Los teólogos de la liberación hacen suya la
filosofía marxista.
– Reducen el Cristo del Evangelio al Cristo de la “sola liberación temporal”.
– La Buena Noticia del Evangelio es sólo para los pobres, pero
entendidos “como una opción de clase” y según criterios puramente
políticos e ideológicos y con
sentimientos de odio y lucha entre
hermanos.
– Presentan una “iglesia popular” en contra de “una iglesia
burguesa” reintroduciendo de esta manera los conflictos de clase en el
interior mismo de la Iglesia.
– Se someten a
ideologías extrañas y olvida la “doctrina social de la Iglesia “ por considerarla inviable.
Estas calumnias, que no se encuentran en ningún teólogo de la
liberación, fueron difundidas desde muchas plataformas de la Iglesia
oficial.
En 1983, Juan Pablo II,
durante su visita oficial a Nicaragua, increpó severamente a Cardenal
frente a cámaras de televisión que transmitían a todo el mundo, mientras
el poeta permanecía arrodillado ante él en la misma pista del
aeropuerto. El papa recriminó a Cardenal que propagara doctrinas
apóstatas y formara parte del gobierno sandinista. (Foto flickr.com)
La novedad de la teología de Liberación
Es ahora cuando, después de lo mucho que se la difamó, considero esencial señalar lo más básico de la
Teología de la Liberación,
La Teología de la Liberación surge de las necesidades de un
mundo mayoritariamente pobre y oprimido y al que quiere liberar desde la
fe. Liberar es la finalidad
última de la teología de la Liberación, con lo que deslegitima el
ataque que la Ilustración siempre lanzó contra la teología de ser
esclavizadora de la subjetividad y libertad humanas y legitimadora de la
opresión histórica.
La Teología de la Liberación se mueve sobre la
necesidad absoluta de liberar a la realidad oprimida, a los pueblos que
mueren lentamente o son crucificados, a las personas y pueblos que son
oprimidos. Y tiene como destinatario a esa gran mayoría en cuanto
no-hombres y en cuanto no-pueblos.
La Teología de la Liberación hace hincapié en la liberación
del otro y de lo otro, a diferencia de la teología europea que se centra
en el propio sujeto creyente.
Dios sigue manifestándose en los llamados signos de los tiempos:
“La miseria colectiva que clama al cielo y el anhelo de liberación de
todas la esclavitudes”.
La Teología de la Liberación no se contenta con que la
inteligencia se reduzca a la captación del sentido del ser: “La
inteligencia en este quehacer teológico tienen una triple dimensión: el
hacerse cargo de la realidad, el cargar con la realidad y el encargarse
de la realidad” (Ignacio Ellacuría).
La Teología de la Liberación confiere un determinado talante
a quienes se guían por ella y no debiera faltar en ningún otro tipo de
teología. La teología debe ser
compasiva y desde la compasión descubrir las causas que a tantos
empobrecen y los hace sufrir, y buscar creativamente soluciones, por lo
que, introducida en los conflictos de la historia, se enfrentará a las
falsas divinidades y difícilmente podrá escapar a la persecución de los
poderes de este mundo.
La teología de la liberación está unida para mí al rostro de Gustavo
Gutiérrez, a su enseñanza y al encuentro vivo con los pobres.
La teología de Gustavo
Gutiérrez, independiente del ángulo desde el que se mire, es ortodoxa
porque es ortopráctica y nos enseña el adecuado actuar cristiano porque
procede de la verdadera fe”., Gerhard Müller
Pocas definiciones son y serán tan hipnotizadoras.
Para los que la Fe nos visita de vez en cuando, descubrir esta teoría surgida en "la lejana América Latina" fue algo reconfortante.
Es cierto, como he intentado exponer, que las desinformación sobre ella es su propio castigo tanto por parte de los creyentes como por parte de los laicos. Del mismo modo, también es la Esperanza de que la Iglesia por fin se rebele contra la pobreza y contra los poderosos su mayor aval. A muchos no nos vale que Juan Pablo II, Ratzinger y las curia dos dijeran que la Iglesia es de todos no solo de los pobres.
Porque yo grito que... ¡Jesús fue eso! La esperanza de los pobres de espíritu, de los desarraigados, de los ateos, de los creyentes, de los que sufren ante los poderosos, de los Yanomami, los habitantes originales de los Estados Unidos masacrados y condenados a morir borrachos en las reservas, de los Jesuitas asesinados en El Salvador. ¿Y solo de America Latina? No, no, NOOO. ¡Es que acaso no hay TL en los ojos de los Desahuciados! ¡De los miles de parados que se ha llevado por delante esta puta crisis!
¡Sociedad española despierta! ¡Te lo pido por Dios, El Che o por Martin Luther King!
En fin, tomemos aire... y continuemos con este comentario personal.
Después de las obras consultadas uno llega a la conclusión de
que más que teología estos autores están haciendo un análisis
histórico, o político o sociológico de la realidad latinoamericana
especialmente si lees a Leonardo Boff, por ejemplo en su libro
"Con la libertad del Evangelio" pero si
se trata de dar un juicio global, hay que decir que, cuando uno busca
comprender las opciones fundamentales de la teología de la liberación,
no se puede negar que el conjunto tiene una lógica casi irrebatible.
Es muy correcta en su análisis de los
problemas sociales y acertadísima al criticar el vínculo de la Iglesia
Católica con las clases gobernantes.
Para este que os escribe, el compromiso con los pobres de América es lo que
les hace dejar a un lado la teología para hablar de política y sobre todo y aquí esta el quid de la cuestión, la inoperancia de la Iglesia católica con
respecto a los problemas del Tercer Mundo y en su compromiso con los
oprimidos, lo que les lleva a hacer política y no teología.
Este fue el motivo que se les acusara de marxistas.
No obstante abandonar la
Biblia como criterio de la verdad Cristiana en favor de una filosofía
Marxista... Porque al fin y al cabo, definir la teología como “la reflexión crítica del hombre
sobre si mismo”. (Cita de Gutierrez) Es Antropología y no Teología. ¿Verdad? ¿O no?
¿Tú qué opinas?
BIBLIOGRAFIA
(1) Gutierrez, Gustavo UNA TEOLOGÍA DE LIBERACIÓN (Libros Orbis,
N.Y. l973) P. l0-13
(2) http://educayfilosofa.blogspot.com.es/2012/06/teologia-de-la-liberacion-de-gustavo.html
(3) http://www.cuartopoder.es/tribuna/teologia-de-la-liberacion-ayer-maldita-y-perseguida-hoy-bendita-y-elogiada/5373